ALDEA GLOBALPRIMERA PLANA

Primero sobrevivir (16). Urbanismo y ciudad

Por JOAQUÍN P. SÁNCHEZ ONTENIENTE
Fotografía: ÁNGEL FERNÁNDEZ SAURA
Lunes, 26 may. 2025

Ciudades sostenibles

Aunque el primer antecedente histórico del urbanismo es de la Grecia antigua, (Hipodamo de Mileto y su ciudad en retícula), es a principios del siglo XX cuando se consolida el término “urbanismo”, en el doble sentido actual: primero, en su vertiente académica como “disciplina para estudiar y planificar” y en segundo lugar, en su vertiente administrativa y social como “sistema de ordenamiento que diseña y modela la infraestructura, el edificio y la vivienda en la sociedad moderna”.
Desde el segundo punto de vista, que es el que ahora interesa, la actividad urbanística tiene como principales instrumentos de planificación los planes urbanísticos, documentos legales que pueden ser de dos tipos: planes generales y planes de desarrollo (de Ordenación, Especiales y de Detalle) que se ocupan de actuaciones más concretas. De entre los últimos destaco los Planes de Ordenación del Territorio para el Desarrollo Sostenible, que se están promulgando, con menos velocidad de la debida, para afrontar la supervivencia de las ciudades y sus habitantes ante la emergencia climática. Sus herramientas inicialmente empleadas son: reducción de islas de calor urbanas y de las emisiones de gases de efecto invernadero. En el caso de España el Gobierno publicó en 2015 una Guía Metodológica para promover medidas de mitigación ante el cambio climático en el planeamiento urbano, pero de momento con escaso eco.
Las ciudades tienen un papel importante en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de ONU-2015 porque llevado a cifras, las ciudades son responsables de un 70% del PIB, consumen cerca de un 60% de la energía global, el 70% de los residuos globales se generan en las ciudades y además son responsables de la emisión del 70% de gases tóxicos que contaminan el aire.

Nueva Agenda Urbana

Las ciudades han de ser el escenario donde se aborden muchos de los desafíos globales que tienen que ver con la degradación ambiental y el cambio climático. Hasta ahora se han satisfecho bien poco estas expectativas: una falta global de planificación que ha provocado disturbios civiles, congestión, degradación ambiental y aumento de barrios marginales, según analiza el informe ONU-Hábitat 2016, que entre otras cosas constata que la mitad de la población mundial vive en ciudades, y un tercio en las 2.000 áreas metropolitanas, destacando las del conjunto Asia-Pacífico, porcentajes ambos que no cesan de aumentar.

Foto: ÁNGEL FERNÁNDEZ SAURA

La respuesta global ante el gigantismo urbano difícil de gestionar viene de la mano del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat). No sabemos si podrá con esta ingente misión, pero su objetivo es lograr asentamientos social y ambientalmente sostenibles, con una mejor calidad de vida. Y en muchos lugares se parte de carencias básicas de agua, saneamiento, energía y transporte público. Sobre estos lugares negros se aplica la inquietante definición de “asentamientos informales”, con servicios públicos no planificados y población sin censo oficial. En 2016, el Programa ONU-Hábitat publicó (Quito, Ecuador) su Nueva Agenda Urbana (NAU), para abordar la emergencia climática, gestionar los flujos migratorios, combatir pandemias y atender los desafíos globales sobre los medios urbanos mediante políticas y acciones de sostenibilidad.
La NAU enuncia dos ambiciosas y extensas metas ambientales para las ciudades, que yo apodaría “de acción” y “de reacción”:
De acción: Proteger, conservar, restablecer y promover sus ecosistemas, agua, hábitats naturales y diversidad biológica, fomentar la energía limpia y transitando hacia modalidades de consumo y producción sostenible.
De reacción: Construir resiliencia urbana para encarar los riesgos de los desastres, mitigar el cambio climático y adaptarse a sus impactos

Anónimas criaturas

En ‘El desbarajuste del mundo’ el geógrafo Carmelo Marcén, investigador y divulgador comprometido en educación ambiental y sostenibilidad, advierte que las ciudades despliegan infraestructuras y tecnología suficientes para mantenerse independientes de sus territorios próximos y lejanos. Podrían por tanto ser en su entorno ‘anónimas criaturas’, y esto es, según postula el autor, lo que piensan de ellas la mayor parte de sus ‘urbanitas’. Pero la realidad que sostiene Marcén es bien contraria: las ciudades son ecodependientes de su medio, argumentando los desastrosos efectos, no sólo materiales sino también espirituales, de intentar vivir al margen del mismo.
Más de ochenta años antes, un precursor español del urbanismo, César Cort, que había sido nombrado primer catedrático de Urbanología en la Escuela de Arquitectura de Madrid, publicó en 1941 ‘Campos urbanizados y ciudades rurizadas’ y llevó a la práctica sus ideas con su propio patrimonio, comprando 28 hectáreas a las afueras de Madrid, en la actual Canillejas, para crear ‘vías-parque’, lo que llamaríamos hoy corredores verdes, que se prolongasen desde la ciudad al campo, una manera de conectar la ciudad moderna con su entorno. Sus sueños queda a la vista que no prosperarían, pero al menos el Ayuntamiento pudo conservar para uso público 21 hectáreas de parque en la actual Quinta de los Molinos, que con la floración de sus almendros nos recuerdan cada primavera que las ciudades no son criaturas anónimas, pero sí vivas.

Conclusión

Los núcleos urbanos no paran de crecer; las cifras son elocuentes: actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la tercera parte en metrópolis, y la tendencia se acelera. Para mayor inquietud, una buena parte responden al concepto de ‘asentamientos informales’, sin servicios básicos planificados y con población no censada oficialmente. Todo ello evidencia que ninguna política global de sostenibilidad podrá aplicarse si no es actuando sobre las ciudades. A ello se aplica la ambiciosa Nueva Agenda Urbana de la ONU, pero será preciso que los gobiernos respondan con mayor convencimiento y urgencia a la misma en sus planeamientos urbanos, especialmente en los de mitigación del cambio climático

Fuentes consultadas

Gaudino di Meo, Sabrina (2018): ‘Las ciudades en los Objetivos de Desarrollo Sostenible’, blog.arquitasa.com. Madrid

Barbadillo Salgado, F.J. (2024): ‘Los almendros del urbanista’, Quercus nº 456 pp 6-7. Madrid

ONU-Hábitat (2020): ‘La Nueva Agenda Urbana en español’, Centro Urbano, Nairobi-Kenia

Joaquín P Sánchez Onteniente
Naturalista

Ángel Fernández Saura
Fotógrafo
www.angelfernandezsaura.com
https://fotodcdd.myportfolio.com/work

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