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Opinión. Soterremos el tren, enterremos las mentiras

Por ISABEL GUIRAO VIVES
Plataforma El Tren Fuera de Alcantarilla
Domingo, 28 ago. 2022

Ante las diversas noticias en prensa de que avanzan las obras del Corredor Mediterráeo a su paso por Alcantarilla con un supuesto soterramiento, quiero aclarar que nada más lejos de la realidad, que es simplemente una manipulación mediática con la complicidad de una prensa regional que está más al lado de vender que de la realidad y de la verdad.
Este proyecto, cuyas obras arrancaron a la par de la pandemia, es el que se firmó hace muchos años y no hay en él ni un sólo metro de soterramiento, entendido como la RAE lo define: ”enterrar, poner debajo de tierra”; o aplicado a la ingeniería: “Consiste en llevar algo debajo de la superficie para ocultarlo o para permitir que se desarrolle enterrado”.
Para tener una explicación más visual, aplicándolo al tema que nos ocupa, sería la diferencia entre enterrar una semilla, con la que se tiene la intención de que pueda aflorar a la superficie, o enterrar un cadáver, en cuyo caso, se tiene la intención de que nada de lo que pase debajo, debe aflorar ni afectar a la superficie, y si mejoramos esa imagen, el enterramiento en lugares públicos, como las iglesias, se hace para que esa lápida sea practicable y podamos pasear sobre ella.
Pues bien, lo del tren de Alcantarilla es una semilla que van a dejar a medio enterrar, o mejor, un repié que se va a dejar con una parte enterrada y otra, la mayoría, en la superficie, es más, esa parte que quedará en la superficie, tiene que ir protegida, (como en el caso de los arbolicos), aunque en este caso, las pantallas que se van a poner son más para proteger a las personas de no acercarse a un tren y su sistema eléctrico: catenaria, subestaciones, líneas de alta tensión… Porque no podemos obviar, a pesar de que la Alta Velocidad es una revolución en transportes, a nivel mundial, que:
“Los sistemas de Alta Velocidad Española demandan una gran cantidad de potencia para su funcionamiento. Estos importantes consumos de energía provocan unas altas intensidades de corriente eléctrica por la infraestructura eléctrica ferroviaria, que producen por efectos electromagnéticos unas tensiones inducidas en las instalaciones cercanas al sistema de ferrocarril. De igual forma los ferrocarriles inyectan una serie de corrientes al terreno que pueden producir graves daños en instalaciones cercanas”. (Alfonso Martínez González, proyecto fin de carrera. ICAI, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid. 2015).
La única modificación que ha sufrido este proyecto surge de una reunión con el entonces ministro de Fomento Iñigo de la Serna con el Ayuntamiento de Alcantarilla, allá por febrero de 2018. Se consigue que se “tape” la trinchera prevista en el proyecto y algún paso más de los que había en su inicio, pero quién y de dónde se sacaba el dinero necesario para ello, quedó en suspense, al menos, cara al público.

Lo que nos vamos a encontrar

Lo que hay, por tanto, no es otra cosa que lo que había, es decir:

  • Un tramo de unos 900 metros de trinchera tapada, cuya losa no es practicable. Este tramo irá desde la entrada de Alcantarilla hasta el apeadero de Los Romanos. En ese tramo hay 3 pasos habilitados para vehículos y llevará pantallas (similares a las que hay ahora mismo en la estación de El Carmen de Murcia). Porque no es un soterramiento practicable como el de Santiago el Mayor.
  • El otro tramo, desde el apeadero hasta la Base Aérea, lo que están haciendo es un enorme cajón de hormigón, en rampa, desde los 120 cm. que levanta a la altura del apeadero, hasta los 580 cm. a la altura del puente que han cerrado, cerca de la Base. Ese cajón, lleva, si no recuerdo mal, dos pasos que unen Las Tejeras con el resto del pueblo, y que llevarán escaleras y espero que algún ascensor.
  • En las inmediaciones de la base, a continuación de ese ataúd de hormigón, el AVE del Corredor Mediterráneo irá en superficie.
    Este cajón/ataúd de hormigón, en la publicidad del Ayuntamiento aparece decorado con viandantes, columpios y plantas, pero quien quiera acceder a él tendrá que subir bastantes escaleras y dentro de él irán dos vías de alta velocidad cuyos raíles, emiten la friolera de 50.000 w cada vez que pasa un tren. Es decir, si se cruzan, se emitirán 100.000 w a menos de dos metros de las viviendas y al lado del cole de Las Tejeras, donde hay 250 alumnas/os de Infantil y Primaria.
    Una barrera en toda regla en uno de los municipios con mayor densidad de población de Europa, que va a entorpecer la vida del pueblo mucho más de lo que está ahora.

Yo, realmente, me siento derrotada, a pesar de que empecé en esta lucha con mucha de la batalla perdida por las firmas de políticos, alcaldes, presidentes, ministros que no fueron capaces de mirar más allá de sus promesas y mentiras, nunca miraron por las alcantarilleras y alcantarilleros, y otros que, creyéndose más que el propio pueblo, han mirado para otro lado y han considerado a las que hicimos este análisis como rivales, enemigas y locas en contra del progreso. Si el progreso tenía que pasar por nuestro pueblo, Alcantarilla tendría que haber puesto las condiciones, como mínimo para garantizar una mejora, como un soterramiento integral, y conectar las dos partes del pueblo recuperando para su disfrute el gran espacio que liberara esa obra. Puesto que aguantamos infraestructuras nacionales, nunca se debió sacrificar el pueblo para que pase un tren, otro más, que no parará (evidentemente) en nuestro municipio y que transportará todo tipo de mercancías, desde Turquía a Cádiz, con el riesgo que conlleva, como si no tuviéramos bastante con las cisternas diarias que nos atraviesan.
Me siento frustrada porque la mentira repetida mil veces, no se convierte en verdad, pero en Alcantarilla se la han creído.
Me siento extraña porque no concibo que algo tan potencialmente malo y que ha tenido otras alternativas muy buenas para todos, se valore como un éxito. De pronto, tras muchos años de retraso en las obras, les entra la prisa y no había tiempo de valorar ni otro trazado ni el soterramiento integral ni el soterramiento de la autovía ni nada de nada. Alcantarilla no lo merecía.
Me siento apenada porque no volveremos a ver ese paisaje en Alcantarilla, más allá de un muro de hormigón y de unas pantallas que pondrán límite a nuestra mirada.
Creo, sinceramente que más que ganar hemos perdido un tren, se ha dejado pasar la oportunidad que necesitábamos y veníamos reclamando, condenando el pueblo de por vida.

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