
Ordenanza para conservar las acequias de la huerta ¿protección o lavado verde?
El Ayuntamiento de Murcia anuncia la norma como la primera de España para proteger una red de riego y Huermur desconfía de la finalidad del texto
Jueves, 24 jul. 2025. MARIO CRESPO
El alcalde de Murcia y el concejal de Urbanismo han visitado este martes las obras de restauración del cauce de la acequia de Benetucer en Llano de Brujas, obra que fue paralizada judicialmente en 2022 por una denuncia de Huermur. La sentencia obligaba a reconducir el proyecto, con el que se pretendía entubar un tramo de la acequia. Y en esta visita el alcalde José Ballesta ha anunciado la próxima aprobación de una ordenanza municipal que regule la protección de los cauces de riego de la huerta de Murcia por su valor histórico y cultural. Y se han hecho públicos bastantes detalles de la ordenanza. Huermur, por su parte, no se cree las buenas intenciones del Ayuntamiento tras dos décadas de denuncias por los entubamientos de acequias que ha llevado a cabo la Junta de Hacendados con el beneplácito del Ayuntamiento. ¿Protección o lavado verde (‘greenwashing’)?.
Ballesta: “Es muy completa”

Así lo ve el Ayuntamiento de Murcia en su nota de prensa (completa y textual):
Murcia presenta la primera ordenanza municipal de España dedicada exclusivamente a la protección de una red de riego tradicional, la de la Huerta de Murcia, un sistema único en Europa por su valor cultural, histórico y ambiental. Así lo ha anunciado el alcalde de Murcia, José Ballesta, acompañado por el concejal de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente, Antonio Navarro, durante la visita a la finalización de las obras de canalización de la acequia Benetucer, ejemplo de intervención respetuosa con el entorno, eficiencia en el uso del agua y recuperación del valor paisajístico de los cauces.
La Huerta de Murcia presenta un interés fundamental para el Ayuntamiento, siendo merecedora de una especial protección por tratarse de un sistema de riego tradicional agrícola, económico y productivo con unos fuertes valores ambientales y socioculturales fuertemente arraigados en la idiosincrasia del municipio.
Por esta razón, la ordenanza se redacta con la finalidad de dotar a Murcia de un marco normativo estable, de público conocimiento, mediante el establecimiento de unos criterios de intervención para las obras de mantenimiento, conservación, mejora y modernización de los cauces que constituyen las redes de riego y avenamiento existentes en la Huerta de Murcia, que buscan la simplificación administrativa y la agilización de los procedimientos.
En este sentido, el alcalde de Murcia, José Ballesta, ha explicado que «el Ayuntamiento ha redactado la ordenanza para la protección del regadío tradicional de la Huerta de Murcia. Es muy completa, que afecta tanto a los elementos tradicionales como son los cauces, así como todos los elementos que la rodean».
La Ordenanza Reguladora de la Red de Regadío de la Huerta de Murcia establece por primera vez en España un marco claro para garantizar que cualquier intervención en las acequias, hijuelas, brazales, regaderas y azarbes del municipio se realice con el máximo respeto al paisaje tradicional, a la biodiversidad y al patrimonio cultural, lo que convierte a Murcia en referente nacional en la defensa del patrimonio hidráulico y paisajístico vinculado a la agricultura tradicional.
Entre los principales criterios recogidos destacan:
Con carácter general, no se autorizará el cimbrado o entubado de los canales protegidos.
Protección del arbolado de ribera autóctono y fomento de especies tradicionales como moreras, almeces o plátanos de sombra.
Mantenimiento de elementos patrimoniales como puentes, compuertas, partidores o tablachos.
Integración paisajística en zonas verdes y espacios urbanos, con señalización de los nombres históricos de cada canal.
De igual manera, contempla la colaboración con las comunidades de regantes y la recuperación progresiva de tramos actualmente entubados, en especial en zonas rurales, para devolverles su forma y función original. Se mantendrá, en todo caso, la plataforma natural de la base creando, en la medida de lo posible, pozos de salvamento de fauna cada 50 metros, de dimensiones 1 metro cúbico, en caso de corte de agua. Además, se prohíbe la contención de los cauces mediante bloques de hormigón o cualquier otra construcción de materiales precarios.
En materia de seguridad y señalización, en los espacios públicos urbanizados, el cauce se protegerá en todos sus frentes con barandillas de seguridad, de colores que se integren con el entorno y los canales serán nombrados con su topónimo oficial.
Asimismo, en los casos en los que sea imprescindible la construcción de pasos y puentes sobre los canales, estos serán diseñados de manera que se consiga el menor impacto paisajístico posible. De forma general, serán puentes de 5 metros de anchura máxima libre de paso, y se procurará que no haya puentes contiguos a menos de 60 metros de distancia entre ellos.
La intervención ejecutada en la acequia Benetucer, en Llano de Brujas, ha sido el primer gran proyecto adaptado a estos principios. Tras una paralización inicial en 2022, el nuevo diseño consensuado y aprobado por el Ayuntamiento ha devuelto al cauce su integración en el paisaje, utilizando materiales tradicionales y restaurando su entorno natural.
Se han consolidado los márgenes con muros de mampostería de piedra caliza, mantenido el lecho natural, y se ha repuesto el arbolado con 43 nuevos ejemplares de especies autóctonas, además de conservar los olmos existentes. Todo ello respetando elementos históricos como partidores y compuertas.
Huermur: “es un lavado verde”

Por su parte, la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia, tiene una visión crítica respecto a la nueva norma municipal sobre los cauces de riego. Así lo expresa en un comunicado (completo y textual):
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) anuncia que vigilará con lupa cada paso que dé el Ayuntamiento de Murcia en relación a la red histórica de acequias, ante el riesgo de que este nuevo anuncio institucional de crear una ordenanza sobre la red de acequias pretenda maquillar años de abandono, entubamientos ilegales y omisiones graves en la defensa del patrimonio hidráulico y cultural de la huerta.
Huermur no permitirá que, mediante una simple ordenanza, se legalicen entubamientos ilegales, se consoliden obras sin autorización y se practique un nuevo ejercicio de ‘greenwashing’ municipal para aparentar una preocupación por la huerta que no ha existido en años de inacción y permisividad, mientras se sigue ejecutando un Plan General de Ordenación Urbana de 2001 caducado y desfasado que está aniquilando los suelos de huerta y sus valores naturales con el beneplácito del alcalde y el concejal de Urbanismo.
Además, la entidad recuerda que la obra visitada hoy por el al alcalde Ballesta y concejal de Urbanismo Navarro Corchón responde directamente a las denuncias y acciones judiciales emprendidas por Huermur, que obligaron a parar las obras en 2022 sobre la acequia de Benetucer, y a retirar el hormigonado que estaba ejecutando ilegalmente la Junta de Hacendados en la acequia, gracias a una reciente sentencia judicial que avaló las denuncias presentadas.
Del mismo modo, Huermur denuncia que no se permitirá ninguna artimaña ni subterfugio en la futura ordenanza con la que se pueda pretender consolidar el daño ya causado en numerosos tramos de acequias entubadas, ni barrer bajo la alfombra los incumplimientos reiterados del propio Ayuntamiento, como el caso del Molino de Oliver, cuya reconstrucción fue ordenada mediante resolución municipal tras su derribo ilegal, y que a día de hoy sigue sin ejecutarse, ni presupuestarse, olvidada en un cajón del consistorio.
La entidad conservacionista subraya que no puede hacerse tabla rasa con quienes han mermado activamente los valores culturales y ambientales de la huerta, ni con la Junta de Hacendados que ha llegado a impugnar judicialmente la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las acequias mayores, recurso que fue rechazado por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia en una sentencia que confirma la validez de la protección patrimonial, y donde Huermur ha ejercido la defensa judicial de la protección cultural.
Por todo ello, Huermur exige al Ayuntamiento y a sus responsables coherencia, valentía y hechos concretos, no fotos ni propaganda. Si realmente creen en la conservación de las acequias, lo primero que deben hacer es respaldar sin ambigüedades la protección cultural como Bien de Interés Cultural (BIC) de las acequias mayores y Bien Catalogado (BiCa) de toda la red tradicional de regadío oeste, que ha sido solicitada por Huermur.
La huerta no se protege con propaganda ni haciendo un lavado verde, sino cumpliendo resoluciones, restaurando lo destruido y defendiendo sin fisuras el patrimonio frente a quienes lo han agredido. Ya van tarde para empezar a levantar tubos de hormigón de las acequias y a reparar más de dos décadas de atentados medioambientales.