
Primero sobrevivir (6): Poderes económicos y medio ambiente
Por JOAQUÍN P. SÁNCHEZ ONTENIENTE
Sábado, 15 mar. 2025
¡Hay alguien ahí¡
Según manifiesta Kirsten Schuijt, directora general de World Wildlife Fund International (WWF), la quiebra de los puntos de inflexión globales en medio ambiente, alertados en el Informe WWF-Planeta Vivo 2024, afectaría sustancialmente a las economías de todo el mundo, más tempranamente a las comunidades locales y al suministro de alimentos. Aunque siempre habrá “pescadores que ganan en río revuelto”, ya se sabe que el dinero es miedoso, por lo que cabe esperar que la mayor parte de los grandes detentadores del poder económico no deseen que un colapso ambiental irrumpa entre sus negocios
¿Podrían ser entonces las grandes corporaciones empresariales y financieras unos obligados –y sobre todo eficaces– aliados contra la crisis ambiental? Pues no estaría mal, sobre todo si tenemos en cuenta que, según muchos observadores, la macroeconomía no cesa de ganar poder en detrimento de la geoestrategia tradicional: las empresas (financieras y no financieras) tienen cada vez más peso en el gobierno global. La mundialización y la revolución tecnológica han producido un trasvase de poder, que parece en constante aumento, de la política a la empresa
Evidentemente, las cosas del poder verdadero no son ni blancas ni negras: los matices son tan infinitos como sus tentáculos. No existe un gobierno económico mundial en la sombra como tal, o al menos no es tarea fácil identificarlo y definirlo, pero pistas hay muchas, y a veces incluso se hace ostentación de ellas. No es necesario, para tener una idea aproximada, consultar complicados rankings de cifras de negocios o masas monetarias; bastaría con una simple lectura del millar largo de empresarios y ejecutivos participantes en la última reunión anual del Foro Económico Mundial (Foro de Davos) para tener una idea bastante cabal. Sí hay alguien ahí, constituyendo un verdadero poder económico global. Exijámosle la inmensa responsabilidad ambiental que le corresponde.

Renovarse o morir
No parece que los resultados avalen un mero continuismo en las prácticas del poder económico –dicho por su propio interés de pervivencia– si creemos en los pronósticos hiperdocumentados y publicados de la comunidad científica. Evolucionar hacia modelos económicos de transición que se alejen del extractivismo y la degradación ambiental es el único camino sensato. Aun aceptando los riesgos de todo cambio. “Un sistema económico innovador y transformador que se construya en torno a los ciclos de la naturaleza con las personas” es lo que demandó en la COP-16 Biodiversidad (2024) de Cali-Colombia, la Ministra colombiana de Desarrollo Sostenible M.Susana Muhamad, “una economía que reproduzca la vida en lugar de destruirla!”.
¿Y cuáles serían las claves para esta deseable revuelta de la economía mundial? Por concentrarnos en lo esencial:
Primera. Financiación significativa de las estructuras agropecuarias y pesqueras a nivel mundial para reducir el impacto medioambiental de la producción y cosecha de alimentos –actualmente responsables de un tercio de las emisiones– mejorar las dietas y reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.
Segunda. Reorientar las finanzas, y también los subsidios, alejándolos de las actividades perjudiciales y dirigiéndolas hacia modelos de actividad y negocio que contribuyan a los objetivos mundiales sobre la naturaleza, el clima y el desarrollo sostenible.
Tercera. Soluciones de financiación verde, que reasignen capital a instituciones, proyectos y actividades que contribuyan a restaurar la naturaleza y sus beneficios para las personas, atajar la crisis climática y reducir la pobreza y la desigualdad.
Cuarta. Integrar las consecuencias para la naturaleza en todas las decisiones financieras. Evitar los cambios en los ecosistemas y su funcionamiento, aunque sea por el mero interés: por los riesgos agudos (incendios, inundaciones, catástrofes) y crónicos (efectos alimentarios, pérdida de polinizadores, empobrecimiento de biodiversidad) que desencadenan sobre las empresas.
Escuchar al “profano inteligente” no es suficiente
E.F. Schumacher publicó su obra de culto ‘Lo pequeño es hermoso’ en 1973, con el mundo aún temblando por la primera gran crisis del petróleo, que trastocó de un plumazo un desaforado optimismo económico. Propugnaba una reorientación de los objetivos de la economía y la técnica para ponerlos al servicio y a la escala del hombre. Su tesis era bien simple: el sistema económico debía poner a la “gente” en primer lugar y a la “provisión de mercancías” en el segundo, hecho lo cual, las cosas funcionarían por sí mismas.
En los aspectos más relacionados con las esencias de la condición humana la obra nunca perderá actualidad, pero la agresividad del desarrollo económico posterior claramente aplastó el buenismo de sus expectativas en las cuestiones menos trascendentales, más prosaicas. Esperaba por ejemplo que los políticos se librasen “de la esclavitud del economicismo” y se ocupasen de las cosas que realmente importan por el simple método de escuchar a los ciudadanos, en particular al “profano inteligente” antes que al “especialista dependiente”. El término no estaba inventado, pero hoy llamaríamos al primero “ecologista”; temo que el político y quien de verdad gobierna, están bien hartos de oírle y no por ello dejan en muchos casos de servir gozosos al economicismo. Hagamos algo más que hablar, porque no nos escuchan lo suficiente.
Conclusión
Los poderes económicos y financieros, en todas las escalas geográficas, deben implicarse para revertir los impactos negativos ambientales de los que a menudo son colaboradores necesarios o directamente causantes, reorientando las inversiones y la financiación hacia programas y fórmulas de desarrollo sostenible. La supervivencia global también es su supervivencia, que no podrá preservarse sin embargo de manera exclusiva o ajena al conjunto planetario.
Fuentes consultadas
MARCÉN ALBERO C. (2024): “El desbarajuste del mundo”. Prensas de la Universidad de Zaragoza. Zaragoza
SCHUMACHER E.F (1978): “Lo pequeño es hermoso”. H. Blume Ediciones, Barcelona
SIMONET, Dominique (1980): “El ecologismo”. GEDISA Barcelona

Joaquín P. Sánchez Onteniente
Naturalista
Ángel Fernández Saura
Fotógrafo
www.angelfernandezsaura.com
https://fotodcdd.myportfolio.com/work
Fernández Saura ilustrará ‘Primero sobrevivir’
Ángel Fernández Saura (Murcia 1953), viene trabajando el mundo de la imagen desde mediados de los años setenta. Sus diferentes acciones le sitúan como uno de los mejores fotógrafos de la Región de Murcia en los años ochenta. Ejerció como profesional abarcando diferentes campos, como el diseño gráfico, la fotografía de reportaje y las colaboraciones con algunos medios de comunicación de la Región, compaginados con su labor artística.

En 1981, un año después de publicar en la revista ‘Nikon-News’, realizaba su primera exposición individual, en la galería Chys de Murcia, con el título ‘Gente’. Tras ella siguieron un gran número de exposiciones colectivas, hasta que en 1987 le era concedida la beca de Artes Plásticas de la Dirección General de Cultura de Murcia, que le fue otorgada para la realización de un proyecto durante un año, permitiéndole desarrollar una estancia en Nueva York. Parte de su labor se recogió en la obra ’N.Y. 651 9th Avenue’ que fue expuesta en la iglesia de San Esteban en 1989. La muestra se estructuró en cuatro apartados: Vertical, Modelos, La Imagen dentro de la imagen y Signos de guerra, donde quedaron plasmados la estética y el pensamiento de su autor. Su versatilidad quedó patente en la exposición realizada un año después, llamada ‘Neo-Nada’, donde prescindió intencionadamente de los elementos ópticos, con fotografías de formas geométricas y abstractas, que obtuvo por procedimientos directos, sin cámara ni ampliadora. Su obra en general presenta a un autor preocupado por el hecho fotográfico, donde las concesiones no tienen cabida. Gozando siempre de una intencionalidad expresiva y estética que convierte su trabajo en expresión subjetiva de sus propios pensamientos.
El reconocimiento a su labor vino plasmado con su presencia en la publicación en 1991 del libro ‘Cuatro Direcciones: Fotografía Contemporánea en España 1970-1990’, dirigido por Manuel Santos. Igualmente, con su inclusión en la Enciclopedia del Arte Español del siglo XX, Artistas, de 1991, dirigida por Francisco Calvo Serraller.
Fernando Vázquez Casillas
Historiador de Arte
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