
Sorprenden a un hombre cuando intentaba envenenar a los gatos de una colonia felina
Sábado, 22 feb. 2025. REDACCIÓN
Agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil han sorprendido a un vecino cuando intentaba envenenar a los gatos de una colonia felina de la ciudad de Murcia, autorizada por el Ayuntamiento.
Los agentes iniciaron días atrás una investigación tras recibir diversas informaciones de que alguien estaba poniendo productos corrosivos en el entorno de la colonia felina, lo que causaría quemaduras y heridas graves a los gatos que acuden a comer y beber agua a la colonia.
El dispositivo de vigilancia dio resultado y los agentes sorprendieron de noche a un hombre que vertía el contenido de una botella en los bebederos de los gatos. El líquido en cuestión era salfumán o ácido clorhídrico, de uso doméstico como desatascado y muy corrosivo.
El hombre se justificó en que hacía eso para ahuyentar a las palomas que llegaban atraídas por la comida y el agua de los gatos. Los agentes instruyeron diligencias contra este vecino por un presunto delito contra los animales en grado de tentativa, al no poderse constatar que las acciones de este vecino hayan causado daños a los animales.
Delito contra los animales
Este tipo de actividades delictivas están recogidas en el artículo 340 del vigente Código Penal y llevan aparejadas penas de prisión que puede oscilar entre 3 a 18 meses o multa de 6 a 12 meses y la inhabilitación de ejercer profesión, oficio o comercio que tengan relación con la tenencia de animales.
La Ley 7/2023, de 28, de marzo, de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, recoge este tipo de acciones como infracciones muy graves, con unas sanciones que pueden oscilar entre 50.001 y 200.000 euros, según las circunstancias de cada caso.
Esta normativa también regula la gestión de las colonias felinas, los procedimientos normalizados, acordes al desarrollo reglamentario establecido por la Administración competente, mediante el cual un grupo de gatos comunitarios, no adoptables, son alimentados, censados y sometidos a un programa sanitario y de control poblacional por el método de gestión CER (captura, esterilización y retorno), controlando la llegada de nuevos individuos.