El obispo pide a los murcianos que recen para que llueva
Martes, 30 ene. 2024. CRISTINA CELDRÁN-OBISPADO
Ante la situación de sequía que está asolando España, el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, exhorta a sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas a orar a Dios por el don de la lluvia. Un tiempo especial de oración que comenzará el 4 de febrero, V Domingo de Tiempo Ordinario, y se prolongará hasta final de mayo.
En esta tarea, el prelado pide a los sacerdotes que, desde su labor como presidentes de las celebraciones de la fe, incluyan en la oración de los fieles de la Eucaristía de cada día una petición por la lluvia; reciten la oración colecta de la Misa, para pedir el don del agua en una celebración a la semana; y, así mismo, exhorten a los fieles a tener un momento de oración personal diario por esta causa. Lorca Planes también pide a los religiosos y religiosas, especialmente a los de vida contemplativa, que pongan esta intención como prioritaria tanto en sus rezos comunitarios como en la oración personal.
Recordando que es tarea de todos aprovechar los dones recibidos de Dios cada día, el obispo exhorta a toda la Iglesia de Cartagena a realizar un consumo responsable del agua y anima a los gobernantes a buscar cauces para una distribución óptima de este bien.
El obispo recomienda rezar a menudo la siguiente oración para pedir la lluvia, bien individualmente o bien en las comunidades religiosas y monásticas de la diócesis.
Oración para pedir la lluvia
Dios Padre nuestro, Señor del cielo y de la tierra;
tú eres para nosotros existencia, energía y vida;
tú has creado al hombre a tu imagen y semejanza,
para que con su trabajo
haga fructificar las riquezas de la tierra,
colaborando así a tu creación.
Somos conscientes de nuestra pobreza y debilidad.
Nada podemos sin ti.
Tú, Padre Bueno,
que haces brillar el sol sobre todos y haces caer la lluvia,
ten compasión de cuantos sufren las consecuencias de la sequía
en este tiempo, ya tan prolongado.
Escucha con bondad las oraciones
que tu Iglesia te dirige con confianza,
como escuchaste las súplicas del profeta Elías,
que intercedía a favor de su pueblo.
Haz que caiga del cielo sobre la tierra árida, la lluvia tan deseada,
para que renazcan los frutos y se salven los hombres y los animales.
Que la lluvia sea para nosotros el signo de tu gracia y bendición.
Así, confortados por tu misericordia,
te damos gracias por todo don de la tierra y del cielo,
con que tu espíritu satisface nuestra sed del cuerpo y del alma.
Por Jesucristo, tu Hijo, que nos ha revelado tu amor,
fuente de Agua Viva que brota hasta la vida eterna.
Amén.
