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Educación niega la acusación de trato degradante a una alumna y el caso llega a los juzgados

Jueves, 20 ene. 2022. MARIO CRESPO
La denuncia que puso la madre de una alumna sobre presunto trato degradante a su hija en el Centro de Educación Especial Eusebio Martínez de Alcantarilla ha llegado al ámbito judicial. El abogado de la madre ha presentado la denuncia por vía contencioso administrativa después de que su requerimiento no recibiera respuesta de la Consejería de Educación.
La actuación del centro con una alumna que tiene un 87% de discapacidad y cuya madre denuncia que recibió un trato degradante en el colegio, fue correcta y adecuada a las circunstancias, señala un informe elaborado por la Inspección de la Consejería de Educación en referencia a la denuncia presentada por la madre. Este informe, con fecha 14 de enero, ratifica otro informe anterior de la Inspección con el que ésta rechazaba la primera denuncia que la madre presentó ante la Inspección de Educación.
El informe recoge que la alumna, de 17 años, debido a su patología, tiene un comportamiento difícil que se expresa en conductas como tirar del pelo o dar patadas, por lo que precisa estar en aula de convivencia y es necesario apartarla en el comedor. El informe también recoge que la menor ha tenido rabietas en el autobús y que en una ocasión el chófer tuvo que llamar al 112. El centro, continúa el informe, tuvo que expulsar por dos días a la alumna del centro y como medida preventiva que no asistiera al comedor después de que la menor agrediera a la tutora y a otros alumnos del centro.
Así, la Consejería desestima la denuncia de la madre “por no haberse demostrado ninguno de los extremos denunciados”, y el centro “ha actuado con la autonomía que tiene según la ley”. Añade el informe que las medidas correctoras del centro tuvieron que ser adoptadas por la actitud recurrente de la alumna y que actualmente, en las últimas fechas, el comportamiento de la alumna es correcto y asiste a las clases del centro con normalidad.
La madre de la alumna presentó ante la Consejería un escrito de requerimiento en el que pedía, a la vez que denunciaba, el cese de determinadas medidas correctoras que la madre considera degradantes, como la expulsión del centro o poner a comer a la niña separada de sus compañeros, ya que la menor no entiende el motivo de esas medidas. También denunciaba que la niña llegó a casa en varias ocasiones con moretones y arañazos y que en varias ocasiones fue atada a una silla. Este extremo es negado por la Consejería: “esa es la versión de la madre”, señala un portavoz de dicho organismo. De hecho, el informe no menciona ni siquiera la existencia de la “silla naranja” a la que era atada la niña según la denuncia de la madre.
La Consejería de Educación da por zanjada esta cuestión, tras los dos informes de la Inspección, y espera ahora el curso de la denuncia de la madre en los tribunales, concretamente en la jurisdicción contenciioso-administrativa.
La madre de la alumna, por su parte, señala que las expulsiones son contraproducentes en casos de niños con discapacidad alta, como su hija, porque su propia discapacidad les impide entender el sentido de ese ‘correctivo’ y que por tanto no cumple una función educadora o correctora. Además, señala que cuando su hija tiró del pelo a otra alumna, ambas estaban acompañadas cada una por sus tutores, que no debieron dar lugar a que la situación ocurriera, y que tampoco habría ocurrido si las alumnas hubieran guardado la distancia de seguridad por medidas Covid, que habría impedido el contacto físico.
Asimismo afirma que es cierto que su hija era atada a una silla y que desautorizó por escrito ante el centro que se siguiera utilizando ese método con su hija.

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