Reflexiones de un naturalista soñador. ¿Cómo conservar los hábitats?
Por ALEJANDRO ROMERO ANGLÉS
Sábado, 3 abr. 2021
Conservar de forma sostenible los océanos, los bosques, las montañas, los desiertos… no es posible sin implicar en la gestión del territorio a las personas que lo poseen y a las que lo utilizan, ya como medio de esparcimiento, ya como forma de vida. Ellos serían los principales custodios del medio natural. Pero nos encontramos con la lapidaria y conocidísima frase: “No se puede amar lo que no se conoce, ni defender lo que no se ama”. Y he aquí el gran problema: cómo conciliar el valor ambiental en términos de utilidad para los humanos y el de no injerencia en el equilibrio de los ecosistemas. La respuesta: educación ambiental. Pero para que sea efectiva implica la utilización de los espacios naturales irremediablemente. En este sentido sacar a los alumnos de los centros para conocer los distintos hábitats es, cada vez más, una quimera.
En la década de los 70 un importante movimiento social puso en cuestión preguntas de filosofía medioambiental: ¿Cómo se debe responder a los retos medioambientales? ¿Cómo se puede entender la relación entre el medio natural y el desarrollo humano? ¿Cual es el lugar del ser humano en el mundo natural? Ahora nos toca soñar en que sabremos responder adecuadamente y en ello estamos todos implicados.