Los murcianos, entre los españoles menos satisfechos con el apoyo de los ayuntamientos a la bicicleta
Lunes, 28 sep. 2020. La actual pandemia está impulsando el uso de los medios de transporte individuales, ya que reducen el riesgo de contagio. Entre todos ellos la bicicleta es el más económico, limpio y sostenible; y es precisamente el que ha experimentado un mayor crecimiento. Ahora bien, ¿hasta qué punto es fácil y seguro circular en bici por las grandes ciudades? La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recoge la opinión de 4.394 personas, ciclistas y no ciclistas, a través de una encuesta realizada en diez capitales (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Las Palmas y Bilbao); y que se completa con los datos de infraestructuras recogidos en colaboración con Datadista.
En el caso de Murcia la satisfacción con las condiciones para usar la bicicleta está entre las más bajas: un 56 sobre 100. De hecho, solo supera a Madrid y está a veinte puntos por debajo de ciudades como Sevilla y Valencia. Aun así, un 29% de los murcianos que participaron en la encuesta cogen la bici al menos una vez por semana; y el 5% la usan de forma habitual (seis o siete días a la semana).
Desde luego, no ayuda que la ratio de kilómetros de carril bici (protegido y separado) por cada kilómetro de vía pública abierta al tráfico en Murcia sea la tercera más baja entre las ciudades analizadas: 4 por cada 100 km. Y no es el único déficit. La encuesta refleja también malas valoraciones en aspectos como los sistemas de aparcamiento específicos, la intermodalidad con el transporte público y el sistema de préstamo municipal de bicicletas.
OCU considera que los ayuntamientos deben promover mucho más el uso de la bici como un medio de transporte limpio, barato y sostenible, que además reduce el riesgo de contagio por coronavirus. Es vital aumentar las infraestructuras ciclistas en los distintos barrios, de modo que queden perfectamente conectados entre sí y mejorar la intermodalidad con el transporte público. Tampoco sería mala idea ofrecer ayudas a la compra de una bicicleta: el 50% de los que no la usan aducen que no cuentan con una propia.
