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Polémica por las referencias a la mujer en el pregón mariano de las fiestas de Mayo

El sacerdote alcantarillero Pedro César Carrillo Martínez, del Camino Neocatecumenal, afirmó que la liberación de la mujer ha traído algunas consecuencias negativas

Lunes, 5 may. 2025. MARIO CRESPO
El PSOE ha presentado una queja a la alcaldesa de Alcantarilla por el contenido del pregón mariano de las Fiestas de Alcantarilla “con un contenido profundamente ideológico, en el que se vertieron afirmaciones explícitas y muy graves contra los avances sociales de la mujer, el uso de anticonceptivos o los modelos de familia no tradicionales”, señalan los socialistas en una nota de prensa.
El pregón, organizado por la Hermandad Virgen de la Salud Coronada, fue leído por el sacerdote Pedro César Carrillo Martínez, nacido en Alcantarilla y actual párroco en San Pedro del Pinatar. También es miembro del Camino Neocatecumenal.
El PSOE se dirige a la alcaldesa porque estaba presente en la mesa del acto, celebrado en el centro cultural Infanta Elena, que ha sido financiado con fondos municipales y transmitido en directo por el canal de YouTube del Ayuntamiento.
La protesta de los socialistas ha sido recogida en medios de comunicación regionales y nacionales.

Transcripción literal de la parte del pregón en la que se hace referencia a la mujer en la sociedad actual:

“Os quiero invitar a recorrer juntos un camino que nos lleve a descubrir la grandeza de tener a María, Nuestra Señora de la Salud, como patrona, como madre nuestra.
En primer lugar me vais a permitir que partamos de una situación difícil de aceptar. Somos un pueblo enfermo, no sólo Alcantarilla, sino la humanidad entera. No me refiero a las enfermedades físicas, que están presentes también entre nosotros, sino a otras enfermedades, llamémoslas espirituales o morales, que afectan a la sociedad en la que nos ha tocado vivir. Quisiera mostrar algunas de estas afecciones de nuestra sociedad que nos permitan descubrir en qué medida nuestra madre, la Virgen María, es la Virgen de la Salud.
El siglo XX ha sido una época de grandes cambios, entre los cuales ha tenido particular importancia la mayor presencia de la mujer en la toma de decisiones en los ambientes laboral y socio político. A este hecho, que es muy positivo, han ido ligadas algunas consecuencias que han sido negativas para la mujer. El desprestigio creciente de la maternidad; el perjuicio de la esponsalidad; el pensamiento de una autosuficiencia y no necesidad respecto del varón; la pérdida de la esencia de la femineidad, etc.
En apoyo de esa liberación de la mujer estalló la revolución sexual, especialmente en la década de los sesenta, cuyo hito principal fue la aparición de la píldora anticonceptiva, que separaba en la unión conyugal los significados unitivo y procreativo de tal acto. Como consecuencia del uso de anticonceptivos, señalaba el papa San Pablo VI en la encíclica ‘Humanae vitae’, el camino amplio y fácil que se abriría a la infidelidad conyugal y a la degradación general de la moralidad, la pérdida por parte del hombre del respeto hacia la mujer y la posibilidad de usarla como un objeto de placer. Estas consecuencias, que enumeraba el papa en 1968, las podemos reconocer en nuestra sociedad: el consumo creciente de contenidos pornográficos; las cada vez más frecuentes situaciones de abusos sexuales; la violencia contra la mujer; la decadencia de la monogamia y de la vida matrimonial; el desprecio por la virginidad, la proliferación de relaciones sexuales fuera del matrimonio, etc.
Corriendo detrás del ideal de una sociedad del bienestar, hemos querido convertirnos en los dominadores de la vida humana. Por este motivo, san Juan Pablo II no dudó en denunciar los ataques contra la vida humana y defender el valor y el carácter inviolable de la misma en la encíclica ‘Evangelium vitae’. Todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica; todo lo que ofende a la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables.
Todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que corrompen la civilización humana y que muchas veces tienen su origen en un proceso científico y tecnológico que atenta inicuamente contra la vida. Encontramos pues una sociedad en la que por estar bien, las madres matan a sus hijos en el vientre; los hijos matan a sus padres cuando ya no pueden aportar nada; se experimenta con la vida humana tratando al ser humano como un medio y no como un fin. Por el deseo de bienestar, no sólo se ha renunciado a la vida, sino que nos hemos convertido en una sociedad de consumidores seriales que viven al día y dominados por los ritmos y ruidos de la tecnología, sin mucha paciencia para los necesarios procesos de interioridad. Una sociedad que está perdiendo el corazón, como nos enseñaba el papa Francisco en su última encíclica, titulada ‘Dilexit nos’, sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo. Todas las revoluciones del último siglo nos han conducido a un mundo líquido, en el que no existe una base sólida donde apoyarse, lo que nos ha dejado a merced de las ideologías que van surgiendo: nacionalistas, feministas, de género, neoliberales, etc.
Resumiendo, somos un pueblo enfermo, que no defiende ni reconoce los rasgos esenciales de la femineidad, que desprecia la sexualidad y sus fines unitivo y procreativo, que enfrenta a hombres y mujeres, que desprecia la vida, que utiliza a las personas como un medio para un fin, que no tiene corazón, que es egoísta e incapaz de tomar decisiones importantes y asumir las consecuencias de sus actos, porque es un pueblo líquido, voluble, sin convicciones firmes, seguras y duraderas”.

Respuesta de la Hermandad

Por su parte, la Hermandad de la Virgen de la Salud ha hecho público un comunicado, a raíz de la polémica generada en todo el país, en el que no entra a valorar el pregón del sacerdote que ha sido objeto de críticas, sino que se limita a aclarar que el acto no estaba organizado por el Ayuntamiento sino por la Hermandad, que es la única responsable de dicho acto.

«Debido a las informaciones que se están publicando en diferentes medios de comunicación y redes sociales, la Junta Directiva de la Hermandad comunica:
Primero, que como cada año, la Hermandad de la Virgen de la Salud Coronada, Patrona de Alcantarilla, organiza los actos religiosos con motivo de las Fiestas Patronales, entre ellos, el Pregón Mariano en su honor.
Segundo, como acto religioso que es, la Junta Directiva de la Hermandad y solamente la Junta Directiva de la Hermandad, es la encargada de organizar y coordinar dicho acto, así como buscar y designar quién es el pregonero y a quién se le otorgan las diferentes distinciones anuales.
Tercero, la Junta Directiva de la Hermandad es la que invita a la Alcaldesa y a la Corporación Municipal, al igual que al resto de autoridades, asociaciones y asistentes».

PP: fue «un acto privado»

Por su parte, el Partido Popular ha publicado su opinión en redes sociales. Básicamente defiende que el pregón mariano era un «acto privado», que el PSOE ha tratado de politizarlo y que algunos concejales socialistas estaban presentes en el acto y se hicieron la foto con el pregonero.

“Hoy nos encontramos con la crítica del PSOE al pregón de la Virgen de la Salud, que más acertado o no, es un acto privado que organiza la Hermandad y al que invitan a la Corporación Municipal a asistir (véase la foto concejales asistentes). Tal vez les parezca mejor sesgar los pregones y no respetar la libertad de expresión aunque no los organicen ellos.
Intentar usar este asunto como arma arrojadiza contra la primera mujer alcaldesa del municipio es de una bajeza moral inaudita, máxime cuando dos concejales del PSOE participaron del acto y se hicieron fotos con el pregonero al que critican.
Elegir el día de la madre para atacar a dos de ellas es aún más indecente.
Desde este partido apostamos por la libertad de expresión y nos solidarizamos con la Hermandad Virgen De La Salud Alcantarilla ante esta intromisión política por parte del PSOE Alcantarilla”.

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